viernes, 31 de agosto de 2018

La Madre Tierra me ayudó a recordar


Del otro lado del río, un poco más allá, vi una nube extraña, no tenía forma redondeada, más bien era plana y estaba cubriendo la zona como si fuese un techo. Por momentos podía cambiar de color y durar varias horas o incluso días. Del violeta pasó a negro, luego azul, verde, rosa, blanco...
Quedarme mirando sus colores fue divertido el primer día. Era rara de verdad. Parecía que casi nadie la veía. Y los animales miraban de vez en cuando hacia ella.

Dejé de pensar en la nube y seguí.

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Caminé y caminé hasta que encontré un corazón en un árbol. Casi sigo de largo, pero me llamó la atención que hubiese una plantita que se movía levemente con el viento y reflejaba destellos de luz cuando el sol la iluminaba. La miré bien. Parecía que quería decirme algo, porque cuando me acerqué se introdujo en el corazón del tronco, como invitándome a entrar.


Dentro del tronco encontré varias luciérnagas que por suerte iluminaron el lugar.

Seguí el recorrido que evidentemente me dirigía hacia la tierra. No sé bien si estuve descendiendo durante unos minutos o algunas horas. Igualmente no era desagradable el viaje de descenso, por el contrario, resultaba reconfortante.
Y llegué al final de ese ¨túnel subterráneo...¨
Casi imperceptible se oía viniendo de lejos una musiquita muy sutil y angelical.
Por primera vez pude percibir a la Madre Tierra, frondosa y hermosa...
Su bellísima voz, colmada de amor maternal, me transmitió un importante mensaje:

-¨¿Recuerdas la nube extraña que casi nadie podía ver? ¿Notaste cómo cambiaba de color? 
Cierra los ojos y céntrate en tu interior ¿Qué sientes? ¿Estás notando que una especie de hilo emana de tu chakra corazón y, dependiendo de la energía densa o sutil que estés sintiendo, te ¨tironearᨠel corazón hacia abajo o te lo expandirá  armoniosamente hacia el Universo? 
Las tristezas, enojos, odios, venganzas, egoísmos, miedos y tantas otras energías densas, ¨tironearán¨ hacia abajo los corazones y tornarán oscuro el color de esa nube. En cambio el amor, la paz, la solidaridad, la cooperación, la unión, la alegría, ayudarán a expandir los corazones y a pintar la nube con muy hermosos colores...
La cantidad y el tipo de energía emanada es la que determinará el color de esa nube que casi nadie puede percibir. 
Pero esa nube no quedará así. Si prestas atención percibirás muy sutilmente que cuando llegue a tener un color intenso, es decir, cuando llegue a cargarse de mucha energía, comenzará a caer un  rocío invisible (pero muy poderoso) sobre toda la región que devolverá multiplicada la energía de los sentimientos y pensamientos de quienes lo alimentaron. Además, ten presente que todo lo que la gente emane de su corazón, me estará llegando a mí, y si esa energía es densa, deberé ¨sacudirme¨ para poder liberar esa energía y volver al estado de equilibrio...

La Madre Tierra me miró fijamente, y a continuación, con mucho amor agregó:

¨En realidad nada nuevo te he revelado... 
A partir de ahora recordarás lo que tu corazón ya sabía...¨

Me quedé mirando a la Madre Tierra.
Mucho amor emanaba.
Con su sabiduría me había hecho recordar todo esto.
La abracé y me despedí.

Volví por el túnel subterráneo hacia la superficie.

Y retorné a mi hogar... (del que, en realidad, creo que nunca había salido...)


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