martes, 26 de marzo de 2019

El Poder


- Esto es interesante, excepto cuando empieza a refrescar... y se levanta viento... seguro empezará a llover. Será mejor que sigamos en otro momento...

- Por mi parte, creo que será mejor que continuemos, al menos, un rato más... ¿Quién te aseguró que iría a llover, estimada Principessa Rebelde?

- Si ves que se nubla en dirección al este del Bosque Rebelde, y además escuchas trinar a aquellos pajaritos, siempre, siempre, siempre llueve... Yoga quedará para otro día... Ya lo decidí.

- ¿Recuerdas cuántas veces has dicho que ¨Todos somos Uno¨? 

- ¿Qué tiene que ver con lo que estamos diciendo, misterioso Sr. W?


- Mira aquel árbol... acerquémonos... Te pido que lo abraces y que apoyes tu oído en el tronco. ¿Qué oyes?


- Escucho un sonido en su interior... un crujir... aplomado y lento... coincide con los momentos en que el viento le mueve su estructura exterior... Qué extraño sonido... y qué bello se siente...

- Exacto... El viento y el árbol se mueven al compás, pareciendo que son un solo ser en completa integración ¿verdad?

- Sí, pero, sigo sin entender qué tiene que ver la lluvia que caerá...

- Podrías lograr detener la posibilidad de que caiga la lluvia...

- ¿Sí? ¿Cómo? Quisiera que no llueva hoy... sólo hoy... o al menos que no llueva en los próximos minutos... pediría eso de ser posible...

-  ¨Quisieras...¨ ¨Pedirías¨... Pues ahí está el problema: Cuando ¨quieres algo¨ estás ubicándote en la carencia, es decir, afirmas de antemano, que eso no lo tienes, a su vez, al ¨pedir que suceda una situación¨ estás entregando el poder a un ser exterior a ti... 

- Entonces decretaré personalmente que la lluvia no aparezca por ahora. Yo me haré cargo de mi poder generador de climas y decidiré eso. Ya está.

- Así no funciona... 

- Ah... bueno... ¿entonces?

- ¿Recuerdas el sonido que escuchaste proveniente del interior del tronco? Era producto de la integración del árbol con el viento... ambos eran un solo ser danzando al compás... Pues bien, si deseas que no llueva, o que sí llueva, o que el clima pueda tornarse de acuerdo a tu necesidad, pues debes sentirte uno con él. Dime ¿cómo haces para acomodarte el cabello? Mueves tus brazos y lo haces ¿verdad? Tus brazos y tu cabello son parte de tu cuerpo... Pues si tienes en cuenta lo que siempre expresas ¨Todos somos Uno¨ deberás comenzar a SENTIR que, por ejemplo, las nubes son parte de ti y que puedes moverlas tal como mueves tus brazos... Créelo, siéntelo, vívelo. Puedes experimentar ahora mismo que esas nubes cargadas de lluvia son parte de ti y que puedes moverlas. Visualiza que con tus brazos las acomodas en otro lugar del cielo. Concéntrate. Nada es imposible si realmente estás convencida que Todo es Uno. Bárrelas con tus manos, hazlo con convicción y con amor. Ahora has lo mismo para permitir que aparezca el sol, tráelo con tus manos...  

- Lo intento... Pero no ocurre nada... siguen las nubes...

- Percibo tus dudas... estás convencida que no lo lograrás y eso es lo que ocurre... Debes ser paciente, continúa visualizando que barres con tus manos esas nubes, y espera... espeeeera... Observa atentamente... El proceso es lento... leeeeento... leeeeento y armonioso... y finalmente sucede... ¿qué ves en el cielo...? 

-¡¡¡ No puedo creerlo...!!! ¡¡¡No puede ser verdad!!! ¡¡¡Está apareciendo el sol!!! ¡¡¡Es un milagro, un verdadero milagro!!!

- Todos podemos lograr esto, siempre que realmente sintamos que Todo es Uno, es decir, que percibamos que estamos integrados a lo que observamos...

- ¡¡¡Es maravilloso...!!! Ahora estoy visualizando que el viento intenso también es una parte de mí, y con mis manos lo aparto... ¡¡¡Leeeeeeentamente está desapareciendo también...!!!

- Al estar integrado todo, podemos apartar o atraer, tal como movemos nuestras manos...

- ¿Y las enfermedades? A veces un órgano que enferma lo observamos aisladamente con respecto al resto del cuerpo y recae en él un sentimiento de enojo o miedo, incluso le otorgamos a otra persona el poder para que nos ayude, como si nosotros no tuviésemos nada que ver. No estoy afirmando que no consultemos... sino que se me ocurre que sería muy interesante trabajar a la par con el especialista, visualizando que el órgano que enfermó ¨es parte de nosotros¨ y que, podríamos sanarlo también con nuestras manos, en lugar de señalarlo como si fuese una parte aislada que sólo puede curarse desde afuera... Así como visualicé que con mis manos ¨barría¨ las nubes, imagínate qué bello sería ¨barrer una enfermedad...¨ y ¨atraer la salud plena...¨ ¿Qué opinas, misterioso Sr. W? ¿Crees que sería posible?

- Estimada Principessa... seguramente así es... pero te confieso que eso... aún no lo sé...  





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