Y no junté más porque se habían terminado o porque se las habrá comido algún ratón.
Después de un rato, o sea, casi a la noche, empezó a anochecer.
Fue ahí cuando me saltaron 16 brillantes lágrimas del corazón, pues sentí nostalgia al recordar, de golpe, que miles de años antes de llegar a Terralandia, yo vivía en un complejo de Estrellas.
Entonces me conecté con las Estrellas y ellas me iluminaron, haciéndome saber que mi Alma eligió venir a Terralandia.
¡Qué raro, porque allá, en el complejo de Estrellas, estaba todo iluminado... y acá, en Terralandia, a veces, se corta la luz...!
Me quedé pensativa y se me acercaron un par de gatos asombrados...
A partir de ese momento, las frutillas, las grosellas, los ratones y las Estrellas me explicaron que no debo enojarme cuando en algún lugar de Terralandia se corta la luz.
Si me enfoco en la oscuridad, le estaré dando poder, y eso hará que se potencie...
Y, según parece, ¨la luz de Terralandia se cortará siempre que sea necesario recordarme que yo debo hacer brillar la mía...¨
Pues para eso hemos venido... ¿no?
A encender la luz!
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